El tomate frito tradicional es una receta deliciosa y fácil de hacer que suele servirse como guarnición. Se trata de uno de los ingredientes principales de muchos platos típicos de nuestro país, y algo que no puede faltar en ninguna casa.
Por desgracia, ha ganado algo de mala fama en los últimos tiempos debido a que las versiones preparadas suelen llevar todo tipo de colorantes, conservantes y azúcares perjudiciales para la salud.
Sin embargo, lo que mucha gente no sabe es que también es posible hacer este plato con ingredientes frescos y ecológicos que son mucho más saludables que sus homólogos procesados.
Si estás interesado en hacer una receta de tomate frito casero, ¡en este artículo te contamos cómo hacerla!
¿Por qué preparar tomate frito ecológico casero?
Hay varias razones por las que podrías estar interesado en hacer tomate frito casero.
En primer lugar, si te preocupa la salud y quieres evitar los conservantes y otros ingredientes perjudiciales que se encuentran en el tomate frito tradicional, hacerlo tú mismo es una excelente forma de garantizarte que estás comiendo algo saludable.
Por otro lado, es una manera fantástica de ahorrar dinero a largo plazo. Aunque comprar tomates frescos y ecológicos puede costar un poco más que comprar tomates fritos envasados, a la larga esta receta casera tiende a "cundir" más que los preparados del súper.
Por último, es una excelente forma de asegurarte de que estás comiendo ingredientes naturales. Los tomates frescos son mucho más sabrosos y nutritivos que la salsa procesada, por lo que estarás absorbiendo muchos más nutrientes de forma sencilla.
Cómo preparar tomate frito casero ecológico
Lo que necesitarás:
- 1 kilo de tomate ecológico. Es importante trocearlos de antemano.
- 1 pimiento verde de buen tamaño.
- 2 dientes de ajo pelados y triturados.
- 1 cebolla entera.
- Sal y aceite de oliva.
Paso a paso para preparar tu receta de tomate frito casero
Preparar tu propia receta de tomate frito casero ecológico es muy sencillo, y podrás tenerlo listo en tan solo unos pasos.
Primero, pon a calentar el aceite en una cazuela grande y rehoga la cebolla, el ajo y el pimiento troceados a fuego lento sin que lleguen a dorarse. Después tendrás que añadir el tomate y la sal a la mezcla, además de algún edulcorante natural como stevia si quieres que el sabor final sea menos ácido.
Tras unos minutos, cuando los ingredientes ya estén blandos, el color haya cambiado y la mezcla sea más espesa, ya podrás retirar el tomate del fuego. Si quieres que el resultado tenga menos espesor, siempre puedes darle una pasada por el pasapurés para conseguir el mejor efecto.
Ahora que sabes cómo hacer tomate frito casero con ingredientes frescos y ecológicos, ¡esperamos que pruebes esta receta!
Si prefieres comprarlo ya preparado, podrás encontrarlo en nuestra sección de precocinados.
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